martes, 12 de marzo de 2013

Prólogo - o breves consideraciones sobre el arte de la desaparición

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... El arte de la desaparición no es nuevo sino más bien antiguo, como que se lo viene practicando desde las tiernas edades de la mitología.
... Incluso algunas de sus técnicas se han vulgarizado y hoy ya no azoran a nadie. Al contrario, estamos hasta la coronilla de gente que se va por los espejos o que se pone traslúcida y afantasmada y al fin se disuelve en el aire como la sal en el mar.
... Proliferan de un tiempo a esta parte las filtraciones a través de misteriosas hendeduras de la materia física, las huidas en la vastedad de las masas populares o por el embudo de la aceleración del progreso, está de moda la disgregación personal en el anónimo, en la burocracia y en las filas indias.
... No me hago, pues, ilusiones. Sé que las siete historias de desaparecidos que aquí ofrezco no suscitarán ninguna incredulidad. A eso hemos llegado.
... Sé más: no faltará quien diga que ya conoce varios casos idénticos al de la señorita Dafnis Ennis o al de Dálmiro Ponce.
... Con todo, a mí me parece que las siete historias, en ausencia de otros méritos, tienen el de ser francamente inverosímiles.
... Conste que no las horneó mi calenturienta imaginación sino la realidad, siempre tan fantasiosa.

Marco Denevi: Araminta, o el poder, 1982.

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