Hace unas pocas semanas, ha llegado a nuestro antro un ser que no sabemos ni de dónde vino, ni qué es exactamente; dijo llamarse Natanael. Le dimos una calurosa bienvenida porque no somos hostiles con los caminantes que llegan a nuestra pocilga. Pero lo cierto es que dicho ser desde que llegó ha desabastecido nuestras heladeras, usado nuestros aposentos, pero ni un solo escrito ha brotado de sus manos para deleitarnos.
Yo, la Dama del Alba, me encuentro aquí instigando a Natanael para que de una vez por todas publique algo y que no nos venga con la excusa de que tiene muchos obstáculos que atravesar o amigos que socorrer porque aquí, bien sabemos todos que nuestra única ocupación es leer el Quijote y escribir.
Saludos.
Yo, la Dama del Alba, me encuentro aquí instigando a Natanael para que de una vez por todas publique algo y que no nos venga con la excusa de que tiene muchos obstáculos que atravesar o amigos que socorrer porque aquí, bien sabemos todos que nuestra única ocupación es leer el Quijote y escribir.
Saludos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario