miércoles, 19 de septiembre de 2012

Nocturno II

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... Al filo de la medianoche te vi,
bailando entre destellos de eterna oscuridad;
tus ojos brillaban con el reflejo de la pasión,
pasión por lo oculto e inasible.
... Te llamé: grité tu nombre
en el mudo sonido del giro estelar.
... No me escuchaste, y te perdiste:
te fuiste navegando por el aire,
por el frío aire que nos separaba,
por el cálido aire que nos mataba.

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