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... Fruto serondo de copiosas exploraciones, esta magna enciclopedia difunde, para decirlo con una frase feliz, vida y milagros de la ilustre aunque ya extinguida familia Argento, y si la adjetivamos de secreta es porque propala datos, noticias, intrigas, habladurías, intimidades, vergüenzas, delaciones, hechos y pensamientos que, hasta ahora guardados bajo llave, aquí ven la luz del día.
... Para que el lector no se extravíe en la tupida selva de nombres y de parentescos, in fraganti le ofrecemos un índice onomástico o epítome genealógico que le servirá a la vez de hilo de Ariadna y de linterna de Diógenes, porque no vamos a negar que la susodicha familia es una maraña de lazos que confunde a cualquiera.
... La prosapia se inaugura en tiempos de las carabelas con Manuel el Adelantadito, Conquistador de Indias Occidentales, prosigue en los años de la Colonia con Manuel el Birreinete, persiste durante los estruendos de la Revolución Emancipadora con Manuel Fraternidad, se prolonga en épocas posteriores con Manuel el Gran Chambelán y, ya bajo la noche oscura de la Tiranía, hay que elegir entre Manuel el Mazórquido y Manuel el Peregrino de Troya, bifurcación que cuando llegue la oportunidad aclararemos, y conste que por ahora no decimos nada del Manuel que fue uno de los Gemelos de la Cicatriz.
... Ociosos historiadores discuten todavía hoy si los Manueles son cinco sucesivos Manueles o si son uno solo, enigma que se instala en la polémica sin querer salir de allí porque la mujer y conjunta persona de todos ellos siempre se llama Juana de la Santa Cabeza, porfía que parece darles la razón a los partidarios de la hipótesis de la unipersonalidad. Sean uno o varios los Manueles y una o varias las Juanas de la Santa Cabeza, respecto de su existencia no aparecen más que tradiciones orales y ninguna documentación escrita, así que en este terreno todo es pura mitología, vale decir, piedra libre para que cada cual crea lo que se le dé la gana.
... Que se sepa, ninguno de los Manueles tuvo apellido y sin embargo la familia jamás rehusó a ascender de esos antepasados míticos, al punto de que el segundo nombre de todos los Argento varones fue Manuel, pero nosotros vamos a eludir esa monotonía para que el lector no se atedie.
... Los Argento y el apellido se introducen en los papeles o séase en la Historia con Patrocinio de José Argento, nacido Dios sabrá dónde y por 1853 o cosa así, sin que en ningún documento figure quiénes fueron sus padres ni si tuvo otros parientes. Casó con Luzdivina Vizcarróndez y del matrimonio surgieron siete hijos, a saber: Santiago de la Traslación de las Reliquias del Apóstol, Perpetua del Socorro, Mártires de Antioquía, Votivo de la Cruz, Vigilia del Bautista (el agraciado rechazó esa discordancia entre su sexo y su nombre y se hizo llamar Bautisto), Expectación del Parto y Harcángel Sic Custodio.
... Santiago de la Traslación, también conocido como Santiago el Mayor, casó con Gasparita Gonuyaz, quien lo dotó de cinco hijos: Cuatro Santos Coronados (brevitatis causa, Cuatrosantos a secas), Amén del Rosario, Dulcenombre, Melchora y Quinto de las Témporas. De los hermanos de Santiago tres permanecieron solteros: Mártires de Antioquía y eso que tuvo un novio, Expectación del Parto (por lo que los sobrinos, a sus espaldas, la apodaron Postergación del Parto) y Harcángel Sic Custodio. Perpetua del Socorro casó con Orencio Pío Guirapepo y allá ella; Votivo de la Cruz, con Orelia Eulalia Sotomayor y fue padre de tres hijas, motejadas Las Votivas, y de un varón, Natalicio, y Bautisto tomó mujer propia en Urbanita Castillejo, quien le proporcionó dos mellizos, los Julianes, distinguidos el uno del otro como Julián de las Fiebres y Julián de los Dolores*, casados con las mellizas Hortensia Palma y Rosa Palma, muertos todos sin procrear gracias a Dios porque habría sido un quebradero de cabeza.
... Cuatrosantos desposó a Inmaculada de las Nieves Aldunate, alias doña Virtudes, de quien extrajo tres retoños:Náyades, Ifigénida, ambas mantenidas, hasta su óbito, en estado honesto o séase en celibato absoluto, y Excelso Críspulo, el intelectual de la familia. De los hermanos de Cuatrosantos, Dulcenombre fue viuda virgen porque el marido, el Torito Cárdenas, la dejó plantada en el statu quo, de modo que los Argento decretaron la muerte civil del desconceptuado sujeto; Amén del Rosario, entretenido en mirar, se olvidó de casarse; Melchora no sabemos, y Quinto de las Témporas tomó por esposa a Seráfica Catasús, de cuyo amor materno provinieron tres hijos: Leontina, santa lega que pasó a la fama como la Madre Leontina; Amalia, pronta cónyuge de Onésimo Portavarría, y Facundo Yaco, fenecido célibe y suicida.
... Excelso Críspulo celebró sus nupcias con Pulquemia Huarte y dio vida a un solo vástago, el infeliz Edén Perdido, último de los Argento, aunque ahora nos damos cuenta de haber saltado a Las Votivas, hijas de Votivo de la Cruz y consortes de sendos maridos de identidad prescindible, y a Natalicio, esposo de Victoria Augusta del Cerro y progenitor de John William Argento, la oveja negra del ilustre linaje.
... Despejado así el engorro de nombres y de parentescos, el lector ya se habrá hecho una idea por más que, con el apuro, hayamos omitido a Vísperas, hijo de Santiago el Mayor que debe ir en lugar de Melchora, la cual podría pasar a ser una de las Bautistas, de las que tampoco hemos dicho que eran hermanas de los Julianes.
... Acaso le haya quedado al lector la espina de la duda que nos apresuramos a quitarle: cuando hizo cristianar a su hijo menor, Patrocinio de José resolvió que ángel se escribirá ángel pero arcángel se escribe harcángel, y tanto insistió que al fin el cura, harto de controversias, metió entre Harcángel y Custodio un Sic latino que acompañaría al desgraciado hasta la hora de su deceso.
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*Estos mellizos eran tan unidos que cuando enfermaban lo hacían los dos al mismo tiempo, pero se repartían los síntomas: uno cargaba con los dolores, el otro se ocupaba de las fiebres, y de ahí les vino el apodo.
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... Fruto serondo de copiosas exploraciones, esta magna enciclopedia difunde, para decirlo con una frase feliz, vida y milagros de la ilustre aunque ya extinguida familia Argento, y si la adjetivamos de secreta es porque propala datos, noticias, intrigas, habladurías, intimidades, vergüenzas, delaciones, hechos y pensamientos que, hasta ahora guardados bajo llave, aquí ven la luz del día.
... Para que el lector no se extravíe en la tupida selva de nombres y de parentescos, in fraganti le ofrecemos un índice onomástico o epítome genealógico que le servirá a la vez de hilo de Ariadna y de linterna de Diógenes, porque no vamos a negar que la susodicha familia es una maraña de lazos que confunde a cualquiera.
... La prosapia se inaugura en tiempos de las carabelas con Manuel el Adelantadito, Conquistador de Indias Occidentales, prosigue en los años de la Colonia con Manuel el Birreinete, persiste durante los estruendos de la Revolución Emancipadora con Manuel Fraternidad, se prolonga en épocas posteriores con Manuel el Gran Chambelán y, ya bajo la noche oscura de la Tiranía, hay que elegir entre Manuel el Mazórquido y Manuel el Peregrino de Troya, bifurcación que cuando llegue la oportunidad aclararemos, y conste que por ahora no decimos nada del Manuel que fue uno de los Gemelos de la Cicatriz.
... Ociosos historiadores discuten todavía hoy si los Manueles son cinco sucesivos Manueles o si son uno solo, enigma que se instala en la polémica sin querer salir de allí porque la mujer y conjunta persona de todos ellos siempre se llama Juana de la Santa Cabeza, porfía que parece darles la razón a los partidarios de la hipótesis de la unipersonalidad. Sean uno o varios los Manueles y una o varias las Juanas de la Santa Cabeza, respecto de su existencia no aparecen más que tradiciones orales y ninguna documentación escrita, así que en este terreno todo es pura mitología, vale decir, piedra libre para que cada cual crea lo que se le dé la gana.
... Que se sepa, ninguno de los Manueles tuvo apellido y sin embargo la familia jamás rehusó a ascender de esos antepasados míticos, al punto de que el segundo nombre de todos los Argento varones fue Manuel, pero nosotros vamos a eludir esa monotonía para que el lector no se atedie.
... Los Argento y el apellido se introducen en los papeles o séase en la Historia con Patrocinio de José Argento, nacido Dios sabrá dónde y por 1853 o cosa así, sin que en ningún documento figure quiénes fueron sus padres ni si tuvo otros parientes. Casó con Luzdivina Vizcarróndez y del matrimonio surgieron siete hijos, a saber: Santiago de la Traslación de las Reliquias del Apóstol, Perpetua del Socorro, Mártires de Antioquía, Votivo de la Cruz, Vigilia del Bautista (el agraciado rechazó esa discordancia entre su sexo y su nombre y se hizo llamar Bautisto), Expectación del Parto y Harcángel Sic Custodio.
... Santiago de la Traslación, también conocido como Santiago el Mayor, casó con Gasparita Gonuyaz, quien lo dotó de cinco hijos: Cuatro Santos Coronados (brevitatis causa, Cuatrosantos a secas), Amén del Rosario, Dulcenombre, Melchora y Quinto de las Témporas. De los hermanos de Santiago tres permanecieron solteros: Mártires de Antioquía y eso que tuvo un novio, Expectación del Parto (por lo que los sobrinos, a sus espaldas, la apodaron Postergación del Parto) y Harcángel Sic Custodio. Perpetua del Socorro casó con Orencio Pío Guirapepo y allá ella; Votivo de la Cruz, con Orelia Eulalia Sotomayor y fue padre de tres hijas, motejadas Las Votivas, y de un varón, Natalicio, y Bautisto tomó mujer propia en Urbanita Castillejo, quien le proporcionó dos mellizos, los Julianes, distinguidos el uno del otro como Julián de las Fiebres y Julián de los Dolores*, casados con las mellizas Hortensia Palma y Rosa Palma, muertos todos sin procrear gracias a Dios porque habría sido un quebradero de cabeza.
... Cuatrosantos desposó a Inmaculada de las Nieves Aldunate, alias doña Virtudes, de quien extrajo tres retoños:Náyades, Ifigénida, ambas mantenidas, hasta su óbito, en estado honesto o séase en celibato absoluto, y Excelso Críspulo, el intelectual de la familia. De los hermanos de Cuatrosantos, Dulcenombre fue viuda virgen porque el marido, el Torito Cárdenas, la dejó plantada en el statu quo, de modo que los Argento decretaron la muerte civil del desconceptuado sujeto; Amén del Rosario, entretenido en mirar, se olvidó de casarse; Melchora no sabemos, y Quinto de las Témporas tomó por esposa a Seráfica Catasús, de cuyo amor materno provinieron tres hijos: Leontina, santa lega que pasó a la fama como la Madre Leontina; Amalia, pronta cónyuge de Onésimo Portavarría, y Facundo Yaco, fenecido célibe y suicida.
... Excelso Críspulo celebró sus nupcias con Pulquemia Huarte y dio vida a un solo vástago, el infeliz Edén Perdido, último de los Argento, aunque ahora nos damos cuenta de haber saltado a Las Votivas, hijas de Votivo de la Cruz y consortes de sendos maridos de identidad prescindible, y a Natalicio, esposo de Victoria Augusta del Cerro y progenitor de John William Argento, la oveja negra del ilustre linaje.
... Despejado así el engorro de nombres y de parentescos, el lector ya se habrá hecho una idea por más que, con el apuro, hayamos omitido a Vísperas, hijo de Santiago el Mayor que debe ir en lugar de Melchora, la cual podría pasar a ser una de las Bautistas, de las que tampoco hemos dicho que eran hermanas de los Julianes.
... Acaso le haya quedado al lector la espina de la duda que nos apresuramos a quitarle: cuando hizo cristianar a su hijo menor, Patrocinio de José resolvió que ángel se escribirá ángel pero arcángel se escribe harcángel, y tanto insistió que al fin el cura, harto de controversias, metió entre Harcángel y Custodio un Sic latino que acompañaría al desgraciado hasta la hora de su deceso.
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*Estos mellizos eran tan unidos que cuando enfermaban lo hacían los dos al mismo tiempo, pero se repartían los síntomas: uno cargaba con los dolores, el otro se ocupaba de las fiebres, y de ahí les vino el apodo.
M. D. & Cía.
(Marco Denevi y otros: Enciclopedia secreta de una familia argentina, 1986)
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