lunes, 19 de marzo de 2012

El Árbol (I)

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... Crecía lentamente, pero de forma sostenida. Verano a verano, se notaba un incremento en su altura. Poco, es verdad, pero evidente.
... Hasta que llegó a los tres metros de altura. Luego se detuvo. Se detuvo a lo alto, porque había comenzado a desarrollarse horizontalmente.
... Parecía un adolescente. Alto, delgado, desgarbado. Poco a poco iba adquiriendo forma adulta. Si bien tres metros era poca altura para ese tipo de árbol, estaba bastante bien, teniendo en cuenta que estaba rodeado sólo por matas de arbustos rastreros.
... Lo que no estaba bien era la longitud de las ramas.
... Al principio no se notó, pero, luego de varios años, éstas alcanzaron un largo inusitado. Eran extremadamente largas y extremadamente delgadas. Aunque lo peor era que no sólo no se doblaban por su propio peso, sino que encima crecían curvadas hacia arriba. Como si rogaran a alguien, como si le rezaran a la luna.
... Como si quisieran atraparla entre sus ramas.

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