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... Un instante falta, sólo un instante
y quedará el silencio de mi voz
flotando entre ustedes, cortante cual hoz,
dictando firme mi última voluntad.
... Nunca se angustien por mi ausencia eterna:
seré como una estrella, que a la noche
brilla, pero de día oculta queda
observando desde abismos infinitos.
... Entrego a la madre tierra mis restos
y a los corazones gentiles mis bienes,
porque ellos son los que recuerdan siempre.
... Mi memoria custodiada será por
aquellos que se atrevan a valorar
la vida como yo valoré la muerte.
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