sábado, 25 de julio de 2009

Un sombrero y tres mujeres

Absorta en esa ciudad turbulenta y angustiosa, Sabina sintió el deseo ser ave, de volar, de huir en silencio entre edificios quebrajados y grises que eclipsaban el sol ocultándose en el horizonte.
Mientras se deleitaba soñando despierta y la luz menguaba en su habitación, el sombrero de hongo que estaba sobre la cama, cayó al suelo provocando un ruido sordo.

Suena el timbre. Francesca abre la puerta. Es Paolo. Sostiene entre sus manos un sombrero de hongo. Francesca lo toma y lo apoya sobre la cama.
Envueltos en un círculo lujurioso, se pierden entre besos llenos de flores o de peces, como los de Cortázar. La música suena suave en la radio y el sol ilumina con sus últimos rayos la habitación, hasta que todo queda en penumbras.
El sombrero de hongo cae al suelo provocando un ruido sordo.

Era otoño y hacía frío. El sol empezaba a esconderse y Cassandra salió a caminar.
Cubierta con un ligero vestido blanco, se internó en el bosque, donde los árboles habían cubierto el suelo con lágrimas amarillas.
Se sentía sola. El sombrero de hongo que llevaba puesto era su única compañía. Alguien la había querido alguna vez. No recordaba quién. De pronto, el viento arrastró su sombrero, que cayó sobre una roca provocando un ruido sordo.

Seguía mirando por la ventana. Nada iluminaba su habitación, sólo las luces de la calle.
Sabina se sintió cansada de no hacer nada. Al caminar hacia la cama, pateó su sombrero de hongo; no hizo ruido alguno. Sabina se durmió.
Paolo se sintió cansado de no hacer nada. Se levantó de la cama y pisó su sombrero de hongo. No hizo ruido alguno. Se fue en silencio para no despertar a Francesca.
Francesca, cansada de simular un sueño profundo, se sentó en la cama. No pensaba en nada.
Cassandra, cansada de caminar, se recostó bajo un árbol. Su sombrero de hongo había volado lejos. No escuchaba ya ningún sonido.

Sabina soñó que caminaba por un bosque. Francesca sintió en sueños unas locas ganas de ser ave. Cassandra soñó con aquél amor que se fue en silencio.

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