Tus ojos, tus labios, tus manos, tu voz.
Irresistibles, abrumadores, desesperantes.
Quiero acercarme, pero es algo imposible. Y mortifica.
No existen lágrimas, no existen ilusiones. Existe vacío. Vacío penetrante, calador de huesos y de corazón.
Pero te espero, te espero.
¿Estás? ¿Cuándo vas a aparecer en mi mundo?
No puedo odiarte por tu ausencia, por dejarme sola.
¿Por qué digo dejarme sola? No existís, no existo para vos.
Y necesito que aparezcas ya, pronto.
Necesito que aparezcas porque la sensación de soledad eterna e irreparable duele, duele duele.
No hay comentarios:
Publicar un comentario