Es verdad que cuando crecemos nuestras neuronas desarrollan capacidades automatizadoras (al modo de la teoría formalista). También es cierto que existen factores que hacen que esas capacidades se alteren y diluyan en determinados momentos. Por ejemplo cuando comemos un helado, cuando nos moja la lluvia en un día sin paraguas, cuando nos golpea una pelota con olor a pasto, cuando te pica un mosquito en medio de la noche, y sobre todo cuando tus ojos me hacen voltear la vista.
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