De cuerpo juvenil, bello y fornido,
Concertaron sus ansias, y pusieron
Semillas de su amor en igual nido.
Sucedió que uno de ellos, diligente,
Trabajó tanto a la sin par doncella,
Que una niña nació, niña tan bella,
Que los dos se jactaban igualmente
De ser el padre de ella.
Cuando ya fue mujer y rozagante
Pudo seguir la escuela de su madre,
Al par los dos quisieron ser su amante,
Ninguno de ellos quiso ser su padre.
"¡Ah, hermano, dijo el uno, a fe os digo
Que es de vuestras facciones un dechado.
-¡Error! el otro dijo; es vuestra, amigo;
¡Dejadme a mí cargar con el pecado!"
Jean de la Fontaine
Jaja Buenísimo, es del estilo del Decamerón eso; es de las crónicas libertinas, ¿no?
ResponderEliminarSaludo
Jean de la Fontaine se inspiró en el Decamerón y en otros textos de la época medieval para hacer estas fábulas libertinas...
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