miércoles, 19 de agosto de 2009

Crónica (III)

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... "...las calles , asfaltadas de ónix negro, formaban un cuadriculado perfecto, y ninguna se extendía más allá de los cinco kilómetros.

... Las casas estaban hechas con la madera del árbol sagrado, para que protegiera a sus moradores, y todas contaban con un jardín donde se cultivaban las flores más hermosas que jamás se hayan visto.
... El castillo del rey se alzaba en la cima del monte Hal´yeth, la cumbre que dominaba todo el valle, y sus siete torreones eran vistos desde todos los rincones del pueblo.
... El reino se hallaba en su mejor época. Nunca en sus tres siglos de existencia habían progresado tanto y tan deprisa. La vida transcurría pacíficamente, y todo el pueblo estaba alegre ante la cercanía de la ceremonia de coronación del nuevo sucesor, hijo del rey que tanta grandeza había traído a este pequeño poblado..."


Anónimo: "Crónicas de la Era Desconocida"

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