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... "... amaneció brumoso, pero hacia el atardecer el aire aparecía límpido y puro. La ceremonia estaba ideada de tal forma que, al dar la última campanada que indicara la medianoche, momento exacto en el que las lunas estuvieran alineadas en el horizonte, la corona real tocaría la cabeza del rey, consagrándolo.
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... "... amaneció brumoso, pero hacia el atardecer el aire aparecía límpido y puro. La ceremonia estaba ideada de tal forma que, al dar la última campanada que indicara la medianoche, momento exacto en el que las lunas estuvieran alineadas en el horizonte, la corona real tocaría la cabeza del rey, consagrándolo.
... Todo el pueblo esperaba con ansias ese momento. La catedral estaba abarrotada de gente. Cuando comenzaron a sonar las campanadas de la medianoche, la emoción corrió por entre la población.
... Sonó la última campanada. Las tres lunas formaban una línea vertical en el horizonte. La corona tocó la cabeza del nuevo rey, quien cayó muerto en ese instante.
... Al mismo tiempo, el castillo, símbolo del poderío del pueblo, se desmoronó por la ladera del monte Hal´yeth, y del océano comenzó a surgir una bruma blanca y opaca.
... El momento esperado para cumplir la maldición había llegado..."
Anónimo: "Crónicas de la Era Desconocida"
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