jueves, 27 de agosto de 2009

Crónica (V)

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... "... los visitantes llegaron. Transcurrieron cinco siglos de soledad, pero al fin el valle se repoblaba.
... Encontraron Kaï Aphei devastada. Las casas estaban derruidas y semiocultas entre los sempiternos pastizales. Las pocas construcciones que aún permanecían en pie estaban demasiado corroídas por las inclemencias de la naturaleza.
... Los visitantes decidieron reconstruir el lugar. Aprovecharon los viejos cimientos para edificar su pueblo, y pronto la región volvió a disfrutar del apogeo que supo tener antes de conseguir el desprecio del rencoroso dios.
... Reconstruyeron el castillo sobre la misma colina desde donde había observado el crecimiento del valle, y coronaron, luego de cinco siglos, al nuevo rey de la ciudad.
... Éste gobernó con justicia. Con él, le gente vivió en paz, sin temor a posibles invaciones extranjeras. Las relaciones con los reinos vecinos eran muy buenas, y favorecieron el comercio interno. Incluso se hablaba de la posible boda del rey de Kaï Aphei con la heredera de Mhryd´Yaheï, lo que permitiría que el reino tuviera el doble de extensión geográfica.
... Cuentan que el rey consiguió conquistar a esta princesa gracias a su sensibilidad y dulzura. Muchos pobladores comentaban que también era muy melancólico, ya que disfrutaba de pasear por las noches, a la luz de las lunas, por los bosques y pastizales.
... Una noche, en uno de sus paseos nocturnos por el jardín del castillo, el rey encontró, semioculto entre el césped que crecía al pie de la ventana de sus aposentos, una piedra circular con una inscripción tallada. Al día siguiente la mostró a los sabios y consejeros de la corte, pero no supieron hallar su significado.
... No se enteraron que esa piedra mostraba el símbolo de la eterna maldición..."


Anónimo: "Crónicas de la Era Desconocida"

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