lunes, 7 de septiembre de 2009

Rojo Sangre

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... Temo apagar la luz. No quiero quedar en la completa oscuridad, y menos aún descubrir que un resplandor rojizo surge de la nada, observándome.
.......... DIOS MÍO, ESOS OJOS...
... Sé que nada evitará el final que se avecina, pero aún espero que suceda algo que me salve.
.......... DÉJAME...
... Tal vez si lo cuento, si me desahogo, pueda soportar estas horas de angustia que anteceden al tan esperado amanecer. Quiero que, si al menos no puedo evitarlo,pueda llegar al fin tranquilo, sin miedo, capaz de enfrentar a ESO que viene por mí.
.......... ¡VETE!
... Sé que sonará raro. No los culpo. Al fin y al cabo, yo también leí esas historias de Stoker y King y tantos otros, y más allá del suspenso propio de la trama, yo sabía que esas historias eran ficciones. Al menos, creía que lo eran...
... Recuerdo que, cuando me mudé aquí, los de la inmobiliaria me miraron raro y murmuraron algo, como si hubieran sabido algo que no me dijeron, pero no le dí importancia. Más tarde, ya en el pueblo, muchos me preguntaron por qué me había mudado a este pueblo, pero cuando pregunté qué querían decir, simplemente sacudían la cabeza y se marchaban.
... Luego apareció la noticia en los diarios. Una niña había desaparecido. Nadie la encontró hasta cinco días después, semienterrada cerca del arroyo. Fue un golpe duro para la gente del pueblo, pacífica por naturaleza.
... Una semana después, otra niña desaparecía. Esta vez escuché ciertos comentarios entre los pobladores, entre ellos "había terminado" y "otra vez ocurre". Pregunté a qué se referían, pero negaron con la cabeza y se marcharon.
... Cuatro días más tarde desapareció una joven, pero ella apareció viva al día siguiente. Contó que había sentido a alguien seguirla por la calle cuando se dirigía a su casa. Se había dado vuelta y había visto una sombra con unos ojos rojos (ROJOS, SIEMPRE SON ROJOS) que la miraban fijamente. Había comenzado a adormecerse y, luego, se había encontrado caminando nuevamente hacia su casa. Qué había pasado en ese lapso, no lo sabía. Su mente estaba en blanco.
... El miedo comenzó a correr por entre la gente. La iglesia no daba abasto para contener y calmar a toda la gente que iba a buscar consuelo a esta tragedia que cada vez golpeaba más fuerte al pueblo.
.......... ¡DÉJAME EN PAZ!
... El tiempo transcurrió, y más personas fueron desapareciendo. Creo que más de la mitad del pueblo ya no sale de día... Las calles están vacías, y por las noches, la oscuridad oculta las sombras escurridizas de quienes alguna vez fueron mis vecinos.
... Creo que es inútil. El tiempo pasa, pero la mañana no llegará para mí. Siento un murmullo de ramas detrás de los vidrios de mi ventana, solo que sospecho que NO SON RAMAS...
... No hay más tiempo. No podré ni despedirme de mis familiares ni amigos. El resplandor rojo se refleja en los vidrios, y cada vez es más fuerte; siento que las fuerzas ma abandonan...
.......... ¡DIOS MÍO, ESOS OJOS!

1 comentario:

  1. que copado el cuentito ese..de que eran los ojos, mosquitos no..(re tarado)

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