lunes, 14 de septiembre de 2009

Soledad

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... Ya hacía incontables años que estaba solo. A veces le parecía que habían pasado muchos años desde que nació, cientos, miles, millones de años, e incluso dudaba si había nacido alguna vez, porque ya ni se acordaba si tenía padres o siquiera parientes cercanos.
... El universo era su hogar, y las estrellas, su única compañía. De tanto en tanto algún sol iluminaba débilmente la oscuridad casi eterna en la que estaba sumido.
... Hasta que un día (nunca supo cuándo exactamente) se cansó de estar solo. Entonces eligió una esfera estable y la pobló con seres de su imaginación. Creó plantas, pero como éstas eran indiferentes a su soledad, las dejó de lado y creó seres con movimiento.
... Al principio se entretenía jugando con ellos, pero luego quiso amansarlos un poco, ya que eran violentos (unos más que otros), pero no fue posible, y de a poco los fue dejando solos, hasta que, cansado de su indiferencia para con él, les envió la noche eterna.
... Pero seguía sintiéndose solo, y nadie estaba allí para acompañarlo.
... Entonces creó otros seres con movimiento, de menor tamaño y más variados, y los fue separando en grupos en diferentes lugares de la esfera flotante para poder variar de compañía dada la ocasión. Pero esta vez los dejó que se establecieran solos, para luego venir a quedarse con ellos, y se fue a pasear por su casa (el universo).
... Pero cuando volvió, varios días después, no reconoció el lugar. De las especies que había dejado, no quedaba casi ninguna; sólo había seres que se parecían vagamente a los anteriores, y una dominaba a las otras.
... Éstos estaban organizados en comunidades, y vivían rápidamente, sin tiempo para congeniar con nadie, y menos con él, alguien desconocido. Eran despreciativos, arrogantes y malhumorados, sin sentimientos, por lo que los dejó. Esta vez permitió que se quedaran, porque comprendió que,e debido a su alta evolución, serían más difíciles de doblegar, y nadie iba a querer brindarle la compañía deseada. No sabía a qué se debía ese cambio, pero nunca supo que, en ese lugar, un día suyo valía por muchísimos para los habitantes de esa esfera.
... Cabizbajo, partió de ese lugar en busca de algún rincón de su casa (el universo) donde pudiera hallar a alguien que lo acompañara a lo largo de ese camino oscuro que era su existencia.

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